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Aunque para algunos resulta una concepción meramente estética, el tratamiento de la sonrisa gingival ayuda a mejorar la confianza y autoestima del paciente.
La sonrisa gingival también se conoce como sonrisa alta, y sería un error referirnos a ella como un problema bucodental.
Básicamente se trata de una afección de tipo estético, cuya característica principal es la exposición desproporcionada de la encía con respecto a los dientes.
En particular, algunos estudios odontológicos han demostrado que más allá del aspecto estético, no existe una deformación dentaria u ósea que implique otro tipo de problemas.
Existen varios niveles de severidad observables entre los pacientes con sonrisa gingival:
Las causas de la sonrisa gingival son diversas, algunas más comunes que otras.
En primer lugar, la sonrisa que recoge el labio superior en exceso hacia arriba, deja expuesta una gran porción de las encías.
Por otro lado, cuando la arcada dentaria superior crece más allá de lo normal (con un desarrollo en sentido vertical); no solo se produce una sonrisa gingival, sino que además se afecta la oclusión dental.
Cuando ocurre alguna alteración durante la fase de erupción de las piezas dentales, las encías pueden llegar a recubrir más cantidad de diente de lo normal.
Esta afección se produce cuando los incisivos superiores presentan un desarrollo excesivo, debido a la falta de contacto con los dientes de la arcada inferior.
Por último, cuando la arcada superior no se alinea de manera correcta con la mandíbula inferior, se puede diagnosticar maloclusión; una causa frecuente de dientes torcidos y sonrisa gingival.
Sin duda, la genética ocupa un rol fundamental en la sonrisa gingival, debido a una serie de alteraciones que pueden combinarse (una mandíbula grande, dientes pequeños, entre otras...). En cualquier caso, la sonrisa gingival puede estar vinculada a una malformación llamada fibromatosis gingival hereditaria; la cual provoca un agrandamiento progresivo de las encías. Aunque es un problema que se produce muy lentamente, en ocasiones termina siendo grave; llegando incluso a afectar la capacidad del habla en el individuo.
Cuando la severidad del caso amerita intervención de un profesional, existen varias alterativas de tratamiento para la sonrisa gingival. A continuación, una breve descripción de cada una de ellas:
La sonrisa alta puede ser tratada por medio de una intervención quirúrgica llamada gingivectomía.
Básicamente, se trata de una operación en la cual se elimina el exceso de encía, aplicando para ello anestesia local.
En tanto que la gingivectomía interviene directamente las encías, existe otra opción quirúrgica para los casos en los que debe corregirse el labio superior.
Esta consiste en realizar una cirugía pequeña al musculo elevador del labio (ubicado entre la encía y el labio superior) para debilitarlo y permitir que baje un poco desde su posición original.
Al mismo tiempo, las carillas dentales son un tratamiento de ortodoncia estética que puede ser empleado en este tipo de pacientes.
Si estás buscando cómo corregir la sonrisa gingival, las carillas dentales pueden ser una gran solución cuando la causa tiene que ver con piezas dentales muy pequeñas.
De hecho, gracias a la colocación de carillas dentales es posible aumentar el tamaño y volumen de los dientes.
Finalmente, cuando la sonrisa alta se da por contracción de los labios, el problema puede atenderse con la colocación de Botox.
Aunque el efecto de este tratamiento inyectable para sonrisa gingival no suele pasar de unos 3 meses; el efecto puede extenderse hasta alrededor de los 6 meses.
Los beneficios de este tratamiento incluyen:
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